1. Estrepitoso
fracaso de las escuelas
No habíamos enseñado para la vida, sino para el
currículo. No habíamos enseñado para la vida porque no habíamos enseñado a
afrontar adecuadamente la muerte. La escuela no enseña a vivir ni a morir, por
eso no es argumento pedagógico. Hasta que no lleguemos al fondo no tocaremos
fondo.
2. Vivir con paranoia el aliento de la hermana
muerte, horror al morir
Doctor, ¿me voy a morir? ¿Morirme yo? ¡No joda,
señor juez! ¡Ay, mamma mía! ¡Pero yo ignoraba que tenía que morir, eso
se avisa antes! No sabía que ibamos a morir porque no sabíamos que lo esencial
del vivir es aprender a caminar llevando con nosotros a la hermana muerte. Por
favor, a mí no, yo pa ti no estoy, deme una prórroga, una segunda
oportunidad, soy tan joven, me falta tanto por hacer, este no es mi domicilio,
venga usted mañana y llévese a los demás. ¡Noooooo!
3. Un
momento, que la culpa no es mía
Pero, cabrones, sois vosotros quienes me habéis
contagiado. Yo soy una víctima, no un victimador. Ese desgraciao/ tiene aspecto/ de habérmelo
pegao. Eliminen al contagiador. Razonamiento por analogía: no cuelguen en mi
percha el hambre de los demás, yo tengo en orden mi contabilidad, busquen en
otra parte.
4. Histeria sin historia
¡Pero esto no puede ser, algo así no se había
visto jamás en la historia! ¡Es el fin de la globalización! ¡Es el fin del
capitalismo infalible, el acabose del continuose del empezose! ¡Aquí hacen
falta líderes, más y mejores líderes, que vengan los líderes ya! ¡Sin lideres
moriremos todas y todos!
5. Resistiremos
Pero somos progresistas, tenemos fe en el
progreso, así que resistiremos, podremos con esto y con mucho más,
preparémonos, hermanos y hermanas cruzadas, somos más listos que tú, apestosa
muerte. La vacuna está al caer, ay de ti, Pelona. Vamos, sacando pecho para
creerse las propias mentiras, como el Sastrecillo Valiente.
6. Les aplaudo, luego estoy vivo.
Lágrimas de cocodrilo. Yo aplaudo a los héroes
y a las heroínas que han muerto o van a morir por nosotros con sus batas llenas
de jirones y sus mascarillas permeables. Hay que ser agradecido. Voz en off:
¿Les aplaudiríamos si costara dinero del propio bolsillo? ¿Estaríamos
dispuestos a la solidaridad, que se manifiesta en la mutualidad y en la
reciprocidad?
7. Ansia de filosofía
Los filósofos bonitos son unos grandes
actorazos. Tocan a rebato, se reúnen. Hay que pensar la megacrisis, tenemos que
reunirnos los doctores en filosofía por si fallan los doctores en medicina, en
pie de guerra la Docta Academia, académicos de todos los países, ¡únanse! Nos
habíamos olvidado del sujeto empírico por culpa de la apercepción trascendental,
pero volvamos a Descartes…
8. Vacío existencial
A falta de masajes, los chats y los WhatsApp
echan humo porque sólo son humo que humea. Tumbado en mi habitación se me pasa
el tiempo. Hacer tiempo para pasar el tiempo. Va a ser que la chatarrería del
Oriente no sirve, algo que los propios budistas ya sabían, pues no basta con
respirar relajadamente, hay que relajar el alma para vivir como un mesías zen.
9. Hedonismo
Los seres que gozan de buena salud no poseen la
sensación de la muerte, así que los cocineros al poder. El nihilismo a la
cocina. La vida podemos malbaratarla, exprimirla, reventarla, abusarla, pero lo
importante es resarcirse culinariamente, si además se puede, aunque sea con
enormes esfuerzos, mantener la línea.
10. Microapocalipsis
El hecho de que yo el desesperado exista prueba
que el mundo no tiene sentido. Yo soy siempre el Apocalipsis. Apocalipsis como
creyente: no quiero ver a Dios tan pronto. Teísmo de los cobardes: El Estado me
salvará, vendrá en mi auxilio, es mi Señor Deus ex machina, mi Pastor, nada me
falta.